Por unanimidad, el Congreso del Estado aprobó las reformas a la Ley de las Mujeres
para una Vida sin Violencia, con la finalidad de establecer Violencia Feminicida,
Laboral y la Alerta de Violencia de Genero, entre otros aspectos, para garantizar sus
derechos y la igualdad.
Lo anterior, resultado de tres iniciativas presentadas los diputados del PRI, PAN y
PRD, mismas que analizó y revisaron los integrantes de la Comisión de Equidad de
Género.
De esta manera, establece a la Violencia feminicida como la forma extrema de
Violencia de Genero contra las mujeres, producto de la violación de sus derechos
humanos, en los ámbitos público y privado, conformada por el conjunto de
conductas misóginas que pueden conllevar a la impunidad tanto social como del
Estado y puede culminar en homicidio y otras formas de muerte violenta de
mujeres.
En este sentido, la alerta de violencia de género contra las mujeres será operada
por la Federación y tendrá como objetivos fundamentales garantizar la seguridad
de las mismas, erradicar la violencia en su contra, fomentar el respeto a los
derechos humanos y eliminar las desigualdades producidas por una legislación que
agravia sus derechos humanos, para lo cual el Gobierno del Estado a través de la
autoridad correspondientes.
De esta manera, se deberá establecer un grupo interinstitucional y
multidisciplinario con perspectiva de género que le dé el seguimiento respectivo;
implementar las acciones preventivas, de seguridad y justicia, para enfrentar y
abatir la violencia feminicida.
Así como elaborar reportes especiales sobre la zona y el comportamiento de los
indicadores de la violencia contra las mujeres; asignar los recursos presupuestales

necesarios para hacer frente a la contingencia de alerta de violencia de género

contra las mujeres.
En lo que se refiere a la Violencia Laboral, se amplía el concepto establecido como
tal en la Ley estatal vigente, con la intención de homologarlo con la Ley General,
dado que en la actualidad es más frecuente observar esa práctica, pues es un
fenómeno que se identifica por conductas crueles y hostiles que se convierten en
una tortura psicológica para la víctima.