Nuestra labor como diputadas y diputados del pueblo es legislar sobre todos aquellos temas que se están transformando en focos rojos de atención para nuestra ciudadanía.

En México tres de cada 10 personas padece algún trastorno mental a lo largo de su vida y más del 60 por ciento de la población que sufre alguno de ellos no recibe tratamiento.

No podemos normalizar que tantas personas necesitan pastillas para dormir o para levantarse y vivir. No podemos normalizar que el trabajo produzca ansiedad, y que el sufrimiento se viva en soledad.

La salud mental tiene un impacto directo en nuestra forma de pensar, de sentir y de actuar. Determina cómo respondemos ante el estrés, cómo nos relacionamos con otras personas y cómo tomamos decisiones. Es por esto tan importante cuidar de ella como cuidamos de nuestro cuerpo físico.

Mientras más temprano se detecte un problema de salud mental  se tiene una mayor oportunidad de intervenir de la mano del desarrollo natural de crecimiento de nuestras infancias y también de ayudarle a las familias a entender desde muy temprano el tipo de apoyos que necesitarán los pacientes para su desarrollo.