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H. Congreso del Estado de Durango

Propone Ernesto Alanís declarar al mezcal como patrimonio cultural intangible de Durango

  • El mezcal es más que una bebida; es identidad, tradición y orgullo duranguense: diputado

Con el propósito de reconocer y proteger una tradición que forma parte esencial de la identidad duranguense, el diputado Ernesto Alanís Herrera, planteó declarar al mezcal y a su proceso de producción artesanal como parte del Patrimonio Cultural Intangible del Estado.

“El mezcal de Durango es mucho más que una bebida, es la expresión viva de nuestra tierra, nuestra gente y nuestra historia. Es un patrimonio único, nuestro patrimonio”, afirmó el coordinador del Grupo Parlamentario del PRI.

Al hacer uso de la tribuna, destacó que el agave cenizo, base del mezcal duranguense, es una joya endémica que se cultiva en 19 municipios del estado, donde el trabajo artesanal de familias mezcaleras ha dado forma a una bebida que representa historia, cultura y esfuerzo comunitario.

En este sentido, resaltó que su propuesta busca preservar los métodos tradicionales de producción que se realizan en las vinatas y destilerías familiares, donde el fuego, la piedra y el cobre se combinan con la sabiduría heredada de generación en generación.

“Este legado honra a quienes han trabajado la tierra y conservado sus métodos a lo largo del tiempo. Reconocer al mezcal como Patrimonio Cultural Intangible es un acto de justicia hacia nuestras raíces y nuestra identidad”, afirmó el diputado priista.

Alanís Herrera recordó que este 20 de octubre se celebra el Día Nacional del Mezcal, fecha que rinde homenaje al compromiso y la pasión de las comunidades mezcaleras, guardianas de una tradición que refleja el vínculo inseparable entre naturaleza y cultura.

“Celebrar el mezcal es celebrar a sus creadores y a las comunidades que mantienen viva esta tradición. Al reconocerlo como patrimonio cultural, no solo protegemos un producto, sino también el alma y la historia de nuestro pueblo”, subrayó.

Asimismo, enfatizó que esta declaración no solo tiene un valor simbólico, sino también social y económico, pues impulsa el desarrollo regional y fortalece a los productores locales, generando oportunidades para las familias que dependen de esta actividad ancestral.

“El mezcal de Durango lleva en su aroma y sabor la identidad de nuestro estado. Reconocerlo formalmente como patrimonio es fortalecer a nuestras comunidades, proteger nuestro legado y promover un desarrollo sustentable con raíces duranguenses”, concluyó.