A nombre de las legisladoras del PRD, Elia Estrada Macías se pronunció en contra
de la evaluación docente, al considerar que es punitiva y atenta en contra de los
derechos de los profesores.
“No hay reforma educativa, estamos ante un intento burdo de reforma laboral que
tiene como finalidad desmontar conquistas laborales, desbaratar contratos
colectivos y subordinar y controlar a un gremio que históricamente ha sido
combativo, que históricamente ha retomado y enarbolado las causas más sensibles
y justas del pueblo de mexicano: los profesores”, manifestó.
La diputada agregó que las modificaciones constitucionales realizadas durante el
2013 por el Congreso de la Unión en materia educativa, avaladas por la mayoría de
los congresos locales como integrantes del Constituyente Permanente, no han
contribuido suficientemente para alcanzar el gran objetivo que se plantearon las
autoridades educativas del país: elevar la calidad educativa.
Aseguró además que las reformas al artículo tercero constitucional, las
modificaciones realizadas a la Ley General de Educación y la promulgación de la Ley
general del Servicio Profesional Docente, han resultado ser un paquete de
negativas intenciones que se han venido frustrando por la inviabilidad de sus
contenidos y por su incongruencia en relación a los objetivos formales que se
propusieron sus promotores.
Dijo que una verdadera reforma educativa debe ser sostenida, impulsada y guiada
desde una revisión y actualización de los planes y programas de estudio, y además
se deberán destinar los recursos económicos suficientes para hacer viable una
acción de gran calado que tiene que ver fundamentalmente con los aspectos
pedagógicos, más que con los aspectos laborales y administrativos.
“Cuando de verdad se requiere elevar la calidad educativa, en cualquier parte del
mundo se realiza primero un diagnóstico del sistema educativo en su conjunto, es
decir, planes y programas de estudio, infraestructura, materiales y herramientas
didáctico-pedagógicas, autoridades y finalmente al personal docente, es decir,

cuando menos se toman en cuenta cinco factores claves en el proceso educativo,

sin olvidar el papel que jugamos los padres de familia”.